Hace tiempo que quiero compartir algo con vosotras, pero como todo, cada cosa requiere su tiempo y en mi caso sentir la inspiración para hacer las cosas. Ese pequeño empujón que me faltaba me ha llegado gracias al mensaje que una de vosotras me envió hace poco y que podréis leer más abajo.

En el escaso año y medio que ha pasado desde que publiqué mi primer libro me he dado cuenta de varias cosas, pero entre ellas hay una que destaca por encima de todas y es de lo que me gustaría hablar aquí: nuestras historias ayudan.

Os pediría que leyeseis el artículo completo, porque antes de nada quiero hacer inciso en lo que supone para una autora escribir un libro, hablo a título personal, porque cada una tenemos nuestras cosas, nuestro estilo, nuestras pautas, nuestra forma de hacer y un largo etcétera, pero creo que muchas se sentirán identificadas.

Escribir un libro puede parecer fácil, hay quien piensa que si tienes imaginación ya está el problema resuelto, escribes y punto. Pero la cosa no va así, detrás de cada libro hay una inversión de horas que no podéis ni imaginaros, no solo se trata de imaginar una historia y plasmarla a base de teclear. Por mi experiencia os citaré algunos de los muchos factores que rodean la publicación de una novela:

Entre todo esto me he dejado un montón de cosas, pero principalmente el proceso es así. Y os he pegado toda esta parrafada porque ahora podéis pensar que bueno, es un trabajo que ya queda recompensado con el dinero que ganamos con las ventas. Aquí os daré cuatro datos más.

Ya veis los precios que tienen los libros, y obviamente de ahí se tiene que restar la comisión que se lleva Amazon más lo impuestos (siempre hablo de autoras autopublicadas, tema editoriales desconozco como funciona), así que la ganancia que queda por libro es bastante pequeña. Puedo aseguraros que ninguna de nosotras vivimos de esto (al menos la mayoría). En mi caso tengo mi trabajo y lo de los libros es un extra.

¿Me compensa entonces escribir? La respuesta es SÍ. Y es sí porque además de gustarme, muy a menudo recibo mensajes como este:

«¡Hola! – te saluda una más de tus lectores.
Mi única pretensión en este correo es agradecerte enormemente que hayas decido escribir y publicar tus historias. Aunque bueno, quizás eso no es del todo cierto, hay otra razón -quizás más importante- por la que he decidido enviártelo. Esa razón no es otra que pedirte, rogarte incluso, que no ceses de escribir historias, gran o pequeñas, sobre Lai, sobre Eva o sobre cualquier otro personaje que se te ocurra. Yo me he leído las historias sobre Lai y Eva, y créeme si te digo que me han cautivado por completo y dudo que sea la única a la que le haya ocurrido. Escribes estupendamente bien y sería una verdadera pena privarnos de tu talento. Pero si eso no te parece suficiente, te diré algo que espero que te convenza: es admirable -y algo de lo que los autores deberían enorgullecerse- el hecho de que con tu obra estés aportando tu grano de arena en la normalización de la homosexualidad, o cualquier sexualidad que se aleje de la heteronormatividad. ¡Le es tan necesario al mundo!…y espero que motivación suficiente para que se sigas escribiendo este tipo de historias.»

Recibiendo un mensaje así, una se motiva el doble para seguir escribiendo os lo aseguro, pero sobre todo por esta última parte:

“Es admirable -y algo de lo que los autores deberían enorgullecerse- el hecho de que con tu obra estés aportando tu grano de arena en la normalización de la homosexualidad, o cualquier sexualidad que se aleje de la heteronormatividad. ¡Le es tan necesario al mundo!…y espero que motivación suficiente para que se sigas escribiendo este tipo de historias”

Solo por eso ya me merece la pena todo el trabajo anterior, y estoy segura de que cualquier autora estará de acuerdo conmigo.

Nota: este mensaje me lo envió una lectora a la que con su permiso llamaremos Ygritte 🙂

 

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3 Responses

  1. Hola! Esa joven transmitió mis pensamientos… todos.. palabra a palabra… he leído todos tus libros incluyendo el más reciente «Un mes de besos, abrazos y caricias», no los he leído una vez, sino un montón de veces… nunca dejes de escribir por favor, nunca dejes de plasmas en tu ordenador esas historias que nos llenan de placer y, como a mi, identificarme con muchas de ellas… gracias por regalarnos un pedacito de ti en cada párrafo escrito… Dios te bendice.

  2. Totalmente de acuerdo con ambas opinioniones y me sumo a la petición, por favor sigue escribiendo. Aunque tardes mucho en publicar con tú gran esfuerzo la espera vale la pena te lo aseguro. 😉

  3. Miles de gracias por tus libros y tus relatos! Y que las opiniones que secundan ese mensaje sumen también a tu motivación, para que así nunca ceses de cautivarnos con personajes nuevos y sus historias. Saludos.

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