Biografía y redes sociales
Zahara C. Ordóñez (1983)
Jiennense de nacimiento y malagueña de adopción, compagino mi pasión por la escritura con los paseos junto al mar, los estudios de Historia y los juegos de rol. Escribo fantasía, romántica, ficción histórica y terror. Ávida lectora, mi andadura con los libros empezó gracias al amor que mi madre me inculcó por ellos. He publicado dos novelas, participado en diversas antologías, y he sido jurado y prologuista en otras. Soy una enamorada del romanticismo y de lo decimonónico. Quizá por ello creo en vivir la vida con pasión y en perseguir nuestros sueños. No concibo la vida sin escribir, ni tampoco sin la música.
Twitter: @azaordom
Instagram: zahara.c.o
Facebook: Zahara C. Ordóñez Autora
Web: https://zaharacordautora.dbook.es/
Entrevista
¿Por qué utilizas seudónimo?
La gente me suele preguntar qué es la C. del nombre de autora. Es Castaño, el apellido de mi madre. Generalmente a los autores españoles nos recortan el nombre de autor, y si te llamas Zahara Ordóñez Castaño, acaban poniendo por decisión propia: Zahara Ordóñez. Hablé del tema con un querido amigo y autor, David P. Yuste, y me ayudó a tomar una decisión. Yo no quería que el apellido de mi madre se perdiera, porque si escribo a día de hoy, es en parte gracias al amor que me inculcó por los libros; tampoco quería perder el de mi padre, así que lo que mejor quedaba era llevarme la C. junto a mi nombre, y así la tendría siempre cerca. Es algo práctico y simbólico a la vez.
¿Tienes alguna nueva novela entre manos?
Siempre. Si no estoy escribiendo, estoy planeando, pero tengo que estar trabajando en algo o siento que me falta una parte de mí. Ahora estoy con la segunda parte de Júpiter en Saturno, una serie de romance contemporáneo que voy a publicar en verano de 2022 con Selecta. La primera le ha gustado mucho a las lectoras cero y eso siempre anima a continuar. Y, cuando llegue el Nanowrimo, retomaré la escritura de Málakor 2, que tengo a los lectores esperándola con muchas ganas.
¿Cuáles son tus hábitos a la hora de escribir? ¿Tienes alguna manía en particular? ¿Te consideras escritor/a de brújula, mapa o híbrido?
Soy pirata, ni mapa ni brújula; una mezcla de ambas cosas. Hay veces que hago escaleta y otras simplemente me dejo llevar, sin mirar atrás. Es decir, no me paro a revisar sobre la marcha, escribo lo que me sale en ese momento y cuando termino el capítulo entonces lo releo y busco la forma de mejorarlo. Creo que detenerse mucho cuando estás escribiendo y obsesionarte con dejar alguna frase de cierta manera, en medio del proceso, puede llevarte a tener bloqueos. De todas formas, con el tiempo y la práctica cada vez hay que retocar menos cosas. A veces escribo de forma lineal, y a veces monto lo que yo llamo un “Frankenstein”, que es ir escribiendo por escenas que tengo ideadas y después las uno, porque hay días que simplemente no tenemos el cuerpo para escribir ciertas cosas; no apetece hacer una escena de amor o de batalla, y si te fuerzas a ello sin tener ganas pueden salir menos naturales que si de verdad las sientes. Soy muy visceral para la escritura y miro mucho mi estado de ánimo antes de escribir, creo que si estás en un estado de ánimo que se adecue al momento que están viviendo los personajes vas a lograr transmitir muchas cosas. Y algo que hago al inicio de cada sesión, antes de ponerme a escribir, es leer lo último que escribí en la anterior. Es bueno para entrar en la historia.
Me gusta mucho crear mundos nuevos, y, sobre todo, crear personajes. Me los imagino como si fueran personas reales que, a su vejez, me están contando su historia. Siempre les doy un nombre que sea especial para mí, que me llame la atención, una voz, ropa, aspecto… los mimo muchísimo, los construyo de forma íntegra y a partir de ahí los hago evolucionar.
Por otra parte, como me distraigo con una mosca necesito estar sola, en “silencio” o al menos con el sonido que yo escoja, ya sea música, ruido de lluvia… No me concentro si hay personas a mi alrededor o mucho jaleo. Me gusta aislarme para escribir; tal vez por eso casi siempre escribo de noche, porque es cuando más soledad hay y me ayuda a concentrarme. La música es vital en mi proceso creativo. Asocio momentos a canciones; personajes a canciones; historias a canciones. Es tal la conexión que establezco que, con solo escuchar esas canciones, recuerdo el momento en el que escribí esa escena concreta o lo que sentí. Siempre tengo listas de música de mis proyectos. No podría vivir sin escribir, pero tampoco sin música.
Algo común en mi proceso creativo es que las novelas no las escribo poco a poco. Me pongo con ellas y dejo que me arrastren hasta que se terminan. No hago nada más que escribir, para que solo seamos mi historia y yo. Es como si tuviera que sacarla de mí. Una necesidad. Y soy muy constante en la escritura. Si es posible, hay que escribir algo todos los días para no perder el ritmo.
A los lectores hay que cuidarlos y también escucharlos…
Zahara C. Ordónez
¿Cuáles son tus referentes?
He leído novelas de muchos géneros por lo que mis influencias también vienen de autores muy diversos, entre ellos J.R.R. Tolkien, Jane Austen, R.A. Salvatore, Margaret Weis, Ann Radcliffe, Edgar Allan Poe, Mary Higgins Clark, Gustavo Adolfo Bécquer, Emilia Pardo Bazán, Benito Pérez Galdos, Juan Eslava Galán, Charles Dickens, Bram Stoker, Sir Walter Scott, Washington Irving, Anne Rice y Danielle Steel.
La mayoría, como veis, son autores extranjeros, porque hasta hace unos años era más difícil que llegasen novelas de autores nacionales, sobre todo en géneros como la fantasía. Por suerte, actualmente estoy descubriendo a muchos autores nacionales que creo que serán referentes de los escritores del mañana, y eso me hace muy feliz.

Si tuvieses que elegir un solo autor/a, ¿cuál sería?
Hay una canción o un poema o algo así, que recuerdo vagamente, que dice, más o menos: «Pídeme lo que quieras, que te baje el sol, que te traiga las estrellas, pero no me pidas que te deje de adorar». Pues… pídeme lo que quieras, pero no me pidas que elija a un solo autor porque es imposible.
¿Qué fue lo primero que escribiste?
A saber ja,ja,ja. Siempre he sido muy creativa, así que supongo que alguna historia de esas que inventas cuando eres niña. Sí que guardo recuerdos -y pruebas físicas- de viñetas con historias de romance y aventuras, protagonizadas por una chica. La primera cosa «seria» que recuerdo escribir fue para concursos de redacción del colegio, escribí algo de suspense porque por esa época leía mucho a Mary Higgins Clark. En plena adolescencia escribí lo que hoy en día se llama fanfic junto con unas amigas sobre una boyband de los 90s. Mi primera novela la empecé a los 17 años, de fantasía épica, y es parte de la saga de De Cuervos y Lobos, que el primer tomo se publicará en mayo de 2022 con Insomnia Ediciones. Un sueño hecho realidad.
¿Qué género literario no te atreverías a escribir nunca?
No se puede decir de este agua no beberé así que mejor dejo esta respuesta en el aire, porque yo no suelo arredrarme ante los retos y tal vez el día de mañana me planteen el escribir algo distinto y no sabré decir que no jajaja. Como ejemplo, nunca pensé que escribiría novela romántica, a pesar de que la he leído muchísimo y en mis historias siempre ha habido romance, y ahora no puedo parar de escribirla. Creo que hay que atreverse con todo y si te apetece contar una historia, la cuentas. Aunque sea un género raro, o muy trillado. Hay que escribir lo que a uno le apetezca. Tanto en lo relativo al género de la obra como al contenido. Los clichés, por ejemplo. Se van a repetir queramos o no, porque a la gente le gustan. Mejor hacerse amiga de ellos y saber desarrollarlos bien, que ser enemiga de algo a lo que se le puede sacar mucho juego. Y si a alguien no le gustan, pues que no los lea, pero una novela no vale menos por tener algunos clichés.
¿De dónde salen tus ideas?
A veces surgen sin más, no sé de dónde vienen, pero vienen. Otras parten de mi curiosidad. Soy muy curiosa y siempre me pregunto el porqué de las cosas, y si no lo encuentro lo imagino. Cuando voy a los sitios me gusta preguntarme quién vivió ahí, cómo fueron sus vidas, y como casi nunca se puede saber con exactitud, me lo invento yo. Me vienen escenas a la cabeza, como si fueran pequeños tráiler de esos momentos de vidas imaginarias, y tiro del hilo. También soy muy observadora y me fijo en las personas de mi entorno, en su forma de vivir la vida. La gente a veces puede ser toda una inspiración, para lo bueno y para lo malo.
¿Te has enfrentado alguna vez a la temida página en blanco? Y si es así, ¿cómo actúas?
Simplemente empiezo a teclear sin pensar en nada más. Ya habrá tiempo de volver sobre lo escrito para reescribir, mejorar, borrar, descartar… Me digo a mí misma que lo he hecho muchas veces y que es como respirar. Sale solo. No hay que tenerle miedo a la página en blanco, hay que verla como una nueva oportunidad para empezar esa historia que siempre quisiste escribir y que lucha por salir de tu cabeza. Déjala. Solo escribe. No pienses en nada más.
¿Alguna vez has escrito algo basándote en un hecho real?
Sí. Suelo hacer guiños a sucesos históricos o curiosidades de otras épocas, también hay historias que cuento que sucedieron en realidad, y ciertas cosas que le pasan a mis personajes son experiencias personales. A veces son cosas alegres, pero otras son sucesos trágicos. Creo que hacérselos vivir y ver cómo los superan es una especie de catarsis para mí.
¿Crees que es importante el feedback con tus lectores?
Mucho. Sin ellos no podría seguir escribiendo. Gracias al cariño con el que hablan de mis libros estos llegan a más personas. Invierten su dinero en mis novelas y, lo que es más importante, su tiempo. Ese es un bien muy preciado y que alguien decida invertir tu tiempo en ti es maravilloso. A los lectores hay que cuidarlos y también escucharlos, porque ellos tal vez lleguen a ver cosas que tú no ves de la historia, es curioso cómo la analizan y la hacen suya. Muy bonito, la verdad. Hablar con ellos te hace mantener los pies en la tierra y darte cuenta de lo lejos que pueden llegar tus palabras; de que el mensaje que lanzas en tus libros cala de mil formas distintas. Cada uno vive su historia a su manera. Aprendo mucho de sus experiencias y les estoy muy agradecida. Yo puedo escribir mil novelas, pero si nadie las lee y las ama tanto como yo, no podría llegar lejos. Mis lectores merecen que los mime mucho. A mis betas habituales y a mi gente del Gremio de Ardacia les he prometido una fiesta de época o una fiesta en un yate si alguna vez alguien me compra los derechos de algún libro para llevarlos a la pantalla ja,ja,ja. De sueños se vive.
¿Escribes sobre tu género favorito o se te da mejor otra cosa?
Escribo mis géneros favoritos. Me costaría mucho no hacerlo, la verdad. El cuerpo me pide historias de fantasía, romance, históricas, de terror, aventuras… Lo necesito.
¿Cuántos libros te sueles leer al año y cuáles son tus hábitos de lectura?
Antes de conocer a otros escritores leía una media de cuatro o cinco libros al mes, pero ahora tengo que dividir mi tiempo entre escribir mis propias historias y ayudar a los demás con las suyas. Soy correctora, lectora cero y también jurado en algunas antologías, por lo que no me da tiempo a leer tantas novelas publicadas como me gustaría. Pero leer, leo mucho, casi más que antes. Y además tengo el privilegio de leer historias que aún no han salido.
¿Hay algo en particular que te gustaría contarles a tus seguidores sobre ti?
Que nunca se rindan. Que si tienen un sueño lo persigan, porque el camino es duro, pero merece la pena y también que quieran y, sobre todo, que se quieran mucho, que la vida es más corta a veces de lo que nos puede parecer y hay que aprovecharla al máximo. Y que si alguna vez quieren decirme algo estoy a un mensaje de distancia.
¿Te atreves con un microrrelato? Si es que sí, máximo 30 palabras.
«Lucero solo tenía ojos para Luna, pero ella se empeñaba en desdeñarlo cada noche moviéndose por el firmamento para traer el amanecer. Persiguiendo a Sol; olvidándolo a él».
¿Has escrito a cuatro manos alguna vez? En caso afirmativo, cuéntanos un poco tu experiencia, y si es que no, ¿te lo plantearías si te lo ofrecieran? ¿Con quién te gustaría escribir?
He escrito un relato, y Alys Marín y yo tenemos una idea en común que nos gustaría llevar a cabo, pero… eso es cosa del futuro y de momento no podemos contar mucho. Creo que escribir a cuatro manos requiere de una técnica y una complicidad enorme con la otra persona. Conozco a dos escritoras maravillosas a cuatro manos, Lucía Gárdez y Maya Ross, y sé del gran trabajo que conlleva escribir en pareja y las respeto muchísimo por ello. No creo que todo el mundo sepa llevar un proyecto a cuatro manos adelante, pero creo que es una experiencia bonita y al menos hay que intentarlo una vez en la vida. Que salga bien, es otra historia… ja,ja,ja
Sí alguien a quien admiro muchísimo me lo plantease, sí, lo haría. Pero tiene que ser porque me guste mucho cómo escribe.
A título personal, me encantaría escribir algo con Jesica Rostoll y con María Ángeles Valero Aznar, una de mozos de época, a ver qué saldría. También con Maya, pero ya está pillada.
¿Último libro leído?
Una antología de poesía de John Keats.
¿Qué significa para ti escribir?
Vivir. Respirar.